No es lo mismo ser víctima de un abuso que ser víctima de una agresión, esto se debe a la simple característica de que el segundo puede implicar una lesión física mientras que el primero no. Sin embargo, es claro que el abuso muchas veces deriva en agresión. Indistintamente de ello, las leyes estadounidenses son claras al respecto.
Para dictaminar que una agresión sea motivo de penalización, es necesario demostrar la existencia de un acto que ponga en riesgo la seguridad física de otra persona, esto quiere decir que la violencia psicológica no será penalizada como una agresión. En el caso de los abusos, desde el punto de vista legal, sólo es necesaria la existencia de un acto ofensivo para ser sancionado. La intención Uno de los factores juzgados en situaciones de agresión o abuso, es la intención. En este sentido, un ejemplo de abuso intencionado es la humillación de un jefe a su subordinado, lo cual revela un uso excesivo del poder. Asímismo, está en la situación que involucra un choque automovilístico; si fué un accidente, la víctima principal no puede alegar una agresión puesto que no hubo intención clara de hacer colisionar un auto contra otro. También se encuentran las situaciones en la que la intención determina la acción, una agresión en defensa propia o de otros, y en menor grado, de la propiedad. Estas situaciones dan derecho al defensor. Las sanciones Una vez determinada la intención del abuso o de la agresión, las sanciones dependerán del grado de los delitos cometidos. Si el acto es en primer grado, lo cual generalmente incluye el uso de un arma peligrosa en su definición, se le da el castigo más severo, que incluye daños corporales severos y extrema indiferencia por el valor de la vida humana. Para actos en segundo grado, que por lo general incluye el uso de un arma peligrosa también, pero varía por la intención detrás del daño físico o el nivel de daño corporal y finalmente, los actos en tercer grado son la forma de agresión o abuso que recibe el menor castigo. Esto es cuando una persona intenta lastimar a otra persona, pero no lo hace, o cuando una persona lastima a una persona, de una forma que no produce lesiones físicas.. Las sanciones para estas últimas pueden ir desde la asunción de cargos clínicos y psicológicos, hasta la creación y difusión de programas que permitan disuadir a otros, como parte campañas preventivas de este tipo de actos.
0 Comentarios
Tu comentario se publicará una vez que se apruebe.
Deja una respuesta. |
Details
Categorías
Todos
|